
El viento sólo se topa con el lamento en una noche mágica como ésta. Una noche en la que las estrellas se acercan a admirar la vida contenida en las palmas de mis manos. Una noche en la que si no respiro, no importa, el aire me rodea y es parte de mi ser. Una noche en la que la luz esconde su brillo y el nunca jamás se torna realidad. Los labios y el mismo porvenir se inyectan en mi sangre. Los árboles arrullan tu mirar y la luna apoya su cabeza en mi hombro. Las lágrimas del cielo reparan mi roído corazón y en los ojos concentro la magia recibida. Estoy listo para amar una vez más.
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