
¿Quién será ese extraño de mirada perdida que posa sus manos y labios sobre cada hoja, cada gota de lluvia y partícula del firmamento... ese extraño que roba el momento y el instante de un 'no porvenir', que se excusa, que va y viene sin saber a dónde ir y que encierra el misterio de un millón de amaneceres?
¿Será de aquí o de un lugar lejano, será de esta tierra o de un más allá que no sé ni empezar a entender? ¿Será un ángel de mal o un ángel de bien? ¿Será el ángel binario que vino a explotar en placer y dolor, que vino a soltar la ilusión y el crudo realismo? ¿Será acaso un corcel de negro y blanco el que trajo cabalgando sobre su lomo al que llora y sonríe a la vez, al que llama y olvida mi nombre?
¿Fue aquel que inmolado de sus tradiciones predijo que el viento vendría a limpiarnos de desamores, más también traería tentación y saber? ¿Fue el mismo que imprimió desazón al recuerdo y que marcó una a una las arrugas en la frente? ¿Fue aquel? Fue aquel: un cristal semidios que congela mi llanto y calienta la risa, que con alas fulgurantes se aventura por los siete mares de una sola respiración.
Es aquel que funde la tinta con mis dedos... el extraño sin sombra ni palabra. ¿Su nombre? No lo sé. En rabietas entristece al cielo ante la pregunta, talla la piedra en su piel el silencio.
No quieras saber de él, que es guardián y asesino, salvador y vaivén de las olas y vientos. No quieras saber pues su sonrisa puede calmar mil lamentos y encender ahí mismo los bosques del Edén. Su llanto puede volver fértiles todos los suelos y ahogarte sin arrepentimientos.
No quieras invocarlo. Sólo deja que siga viniendo a buscarte en tus sueños, enmarcado de luz y misterio. Pero no quieras saber. No quieras probar el amor y el desprecio, la esperanza y la guerra, el color y el exilio del mismo papel. No quieras ser tú el sacrificio de su predicción. No quieras ser tú la ceniza de su daga ahora envainada. No quieras ser tú el retazo de tela enterrado en sus alas.
No quieras. No busques. No debas saber.
Duerme mejor el sueño de los ignorantes.
(inspirado en "Dulce Compañía")