martes, 4 de enero de 2011
CIELo_
Los caracoles se partieron,
dieron paso al vuelo
y emergieron las palomas.
Blancos retazos de luz
que iniciaron la debacle del ocaso.
Un suave remolino levantó la arena
y se llevó el recuerdo.
Ahora sólo quedaban nubes y el viento:
un nuevo mundo por descubrir.
Las aves rompieron el silencio
y el aliento se tornó en agua.
La emoción se vistió de sentimiento
y por fin declaraste tu amor.
Tu rostro se llenó de color
y tus manos liberaron por fin las mariposas.
Ahora sólo quedaron nubes, viento
y un nuevo mundo por descubrir: el cielo.
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