Fotografía

Despierto y estoy nuevamente mirando al cielo. Los párpados se cierran aleteando y de repente vuela mi esperanza entre espejos y estación. Converso cara a cara con él y un olor a tulipán se hace presente.

Palpo el sentimiento congelado y, así nada más, me arranca la felicidad. Frente a mí, el encuadre es realidad y tus manos desafían al tiempo. Siento la brisa en el rostro, tus besos, las conversaciones. Mis locos comentarios, tus creativas pasiones.

Una vez más estoy aquí, mirando el cielo de cemento, mis estrellas y las de tu imaginación. Todo se reduce a un elemento. Sonrío.

El escrito fluye en un destino impredecible. Y es dulce ese sabor a improvisación.

Gracias por las palmas, las raíces, tu presencia y la canción.
Gracias por dejarme crecer junto a ti.

Te quiero siempre.

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