
Tus manos son el rostro
y el conjuro que recuerda
a la muerte.
En tus ojos veo al monstruo,
refugiado en la mierda
de tu suerte.
El cuero no se resiste
y la manzana roída
cae del árbol.
El parto sufre y embiste
la magia de la caída.
Quiebra el pacto.
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