
Hoy, después de una buena noche de sueño, abrí los ojos y me pareció que nada había cambiado. Mi cama seguía igual, mi silla, mi escritorio... Solamente después de unos segundos recordé que hoy –18 de Julio– las vidas de dos personas de las que más quiero en mundo se transforman. Se tornan más fuertes, más vivas y emprenden una nueva e increíble aventura juntos.
Los años han pasado y no nos hemos dado cuenta de todo lo que ha ido sucediendo. Aquellos niños que éramos cuando íbamos juntos a la universidad durante los primeros ciclos ya no están. Esos paseos espontáneos en carro, cuando decidíamos tirarnos una clase porque 'hablar de nuestras vidas' y 'planear viajes' era más importante, ya no son parte de nuestros rituales. Las largas noches de estudio y las simples tardes y almuerzos quedaron en el pensamiento.
Pero hoy -y hago énfasis en esa palabra-, HOY somos mejores... mejores consejeros, mejores personas, mejores complementos, mejores amigos. Y aunque la distancia no nos permite participar de la misma rutina, no podría estar más feliz por ambos. Son personas increíbles que se hacen inimaginablemente felices.
Están más que listos. No se olviden de aprovechar al máximo cada segundo de esa alegría y ese amor que el destino les ha regalado. Lo que tienen es verdaderamente especial. Los quiero muchísimo. Son el uno para el otro.



