
El ángel del saber me dijo al oído que me amabas.
Pero tú ya te habías ido y no quedó más que el ayer.
El ángel del sol y del conocimiento concibió una luz
Y en el fondo de mis ojos pude verte otra vez.
El ángel de la vida arrugó su nariz y en el misterio
Todo el universo se hizo cómplice en tu recuerdo
El ángel del silencio me habló y se hizo presente
Y en su canto entendí la eternidad de mi suspiro:
No volverías más.
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