martes, 6 de abril de 2010

Cadenas


Siento que el ayer sopla en mis oídos como viento perdido, brisa salida de su espacio y su camino. No te reconozco y tú a mí tampoco. ¿Qué nos ha sucedido?

Todas las noches miro al cielo y pido por ti. Porque tus sueños se hayan realizado. Porque la lluvia siga haciéndote sonreír. Te extraño y especialmente hoy no has escapado de mi mente.

Me gusta pensar que ciertamente estás presente y que puedo retenerte unos segundos más con sólo un pensamiento, que puedo verte nuevamente correr por la colina cerca de la casa del lago… cerca de mi corazón.

Te veo aquí, estás ausente, estás lejana y displiscente. Te veo a mil kilómetros de distancia y la niebla tupida roba las palabras. Mi voz se ve inocente y desplazada, escondida en un cajón bajo candado.

No sé qué hacer y es que la verdad te extraño demasiado.
Te extraño... simplemente te extraño.

No hay comentarios: