Todo llega a un fin eventualmente, todo cambia,
a veces para mal, a veces para bien,
pero cambia finalmente.
Es gracioso, cuando uno siente que lo sabe,
que lo tiene todo dominado, la vida cambia
y cambia nuevamente
para dejarte en frío, irrelevante.
Un desprendido y pobre caminante.
El sol sigue allá arriba y el viento aún te saluda,
pero el día no parece conocerte más.
Y es que cuando la vida siente que te acomodas,
cambia y ni pregunta.
Cambia el hoy y también cambia el mañana.
Cambia para siempre.
Uno pierde de vista todo referente
y a empezar de cero inevitablemente.

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