Los frescos del árbol
acuden a mi llamado. La primavera aún no partió, pero sus ganas ya drenaron
todo el polen de la flor. Las almas en la colmena se ven aletargadas y próximas
a entrar en reposo.
Tus labios me convocaron
“esposo” y no puedo decir que no.
La vida en tus ojos también
se pierde en el juego de la estación.
Te siento lejana y el sol
no crece ni salta.
No termino de entender y el
viento se lleva los sonidos, mi esfuerzo, mi ira y las mismas ganas de saber el
misterio. El otoño fue un simple mensajero y nos deja ya en manos del invierno
colosal.
Apiádese de nuestras almas
el cielo. La vida se irá en los próximos días. Llamará el subsuelo. Gota a
gota, luz que no llegará al color.
Los frescos acuden pero ya es
tarde. Tus labios ahora grises disipan el ardor helado del lamento. Yo no puedo
despegarme del presentimiento.
El sueño no perdona en esta
noche fría.
Hasta mañana. Hasta luego.
Es el Fin.
Corregido el 15-Sep-13
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