Miro hacia el frente y tus ojos me acompañan e hipnotizan.
"No quiero mirar o me tornaré en piedra". Lo que uno llega a pensar cuando le teme al amor.
Tus manos me sostienen a través de reflejos de luz en los ojos.
La noche se apiada, nos entrega un viaje de vuelta que renueva zumbidos, miradas y colores.
Recojo mi mano si un beso moja la piel. Me odio un segundo por temer. Respiro.
El tiempo se desliza por el borde de los labios. Llegamos completos. El temor y la emoción, el cobarde y el enamorado, el beso, la piedra y el dolor.
Quiero dejarme llevar por el beso, perderme en el fondo de esos bosques a través de reflejos de luz en los ojos.
Quiero tomar tu mano, no temerle más a este miedo y simplemente amar.
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