
Vuela el sentido de ilusión hacia otros mares, entre hojas y banderas de pura libertad. Vuela en barcas de cartón y tutelares, la risa robada de estas bocas añorantes y -en el viento- una espiga que despide a los amantes y se roba el festejo y la vendimia.
Ríe el espacio entre los barcos mercantes. Ríe en Kosovo el ser y la melancolía.
El placebo calma el grito del espíritu y tatúa para siempre en su piel al elefante, al búho y al sí de las mariposas, al franco león y a la libélula talante. Fresca razón que roba cordura a las rosas, que llama a la aventura del yo y el ello, que brinda luz a cuevas escabrosas y que dicta y remarca el sentido y la pasión.
Mucha suerte al mar y al más brillante destello. Es la luz la que manda y maneja el arpón, es tu fuerza interna el recodo y cimiento del inevitable luto en el corazón.
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