lunes, 25 de octubre de 2010
Cómo me cuesta dejarte...
Cuántas veces nos salvó el pudor y mis ganas de siempre buscarte. Pedacito de amor delirante, colgado de tu cuello un sábado de lluvia a las 5 de la tarde. Sabe Dios cómo me cuesta dejarte... y te miro mientras duermes, más no voy a despertarte. Es que hoy se me agotó la esperanza, porque con los que nos queda de nosotros ya no alcanza.
Eres lo que más he querido en la vida... lo que más he querido.
Cuántas veces quise hacerlo bien y pequé por hablar demasiado. No saber dónde, cómo ni cuándo. Todos estos años caminando juntos ahora no parecen tantos. Sabe Dios todo el amor que juraste, pero hoy nada es lo mismo... ya no vamos a engañarnos. Sólo soy una persona en el mundo que hizo todo lo que pudo, no te olvides ni un segundo...
Que eres lo que más he querido en la vida... lo que más he querido.
(Letra "Lo que más...")
sábado, 23 de octubre de 2010
Wake up
Hacía mucho tiempo que no tomaba una pluma y escribía como hoy. Hacía ya tanto que sentía que había olvidado mi estilo, la semántica y la forma de esparcir la tinta sobre el papel. Sentía miedo de que se hubieran acabado las ideas y que los sentimientos hubiesen desaparecido de este cerebro quizás demasiado racional. Tenía miedo de que el corazón hubiese dejado de latir y que su eco ya se hubiese perdido dentro de mi ser, en el espacio y que el silencio fuese lo único que reinara.
Sólo se necesitaba un espasmo, un despertar al amor, al placer. Un shock de realidad, de pura realidad, para tomar la pluma de nuevo y comenzar a contar los segundos, las experiencias, las razones por las que me siento vivo todos los días...
Para liberar mis demonios, para encontrar mis tristezas, las sonrisas e ilusiones.
Me siento afortunado de sentir la adrenalina nuevamente.
Esta vez no la dejaré ir.
Días de invierno ^*
He querido tapar el sol con un dedo. No resultó.
No fue lo que pensé y ya estoy cansado de intentarlo.
Hoy traté de tapar el sol con un dedo y no resultó.
Casi te pierdo nuevamente y los muros que una vez pensé estaban construidos se fueron derrumbando y los pedazos de sal quebrándose entre mis dedos. El cemento pareció fango y mis pies se hundieron.
Hoy intenté tapar el sol con un dedo nuevamente y no resultó.
Y siento que ya no quiero intentarlo. Es hora de cambiar, de evolucionar.
Es hora de dejar de soñar y de poner los pies en la tierra... de entender que mis defectos afectan al resto, que mis acciones impactan y que esto ya no es un juego.
Ya no tapo el sol con un dedo.
Hoy las palmas de las manos ya no son suficiente.
Hoy apelo al corazón.
sábado, 2 de octubre de 2010
Sonrío//
Hoy desperté y sonreí. Simplemente sonreí.
Sin motivos, ni razones. Sin disculpas, sin temores.
La luz se colaba entre las persianas.
El olor a margaritas, por una ranura en la ventana.
Bastó y sentí un suspiro viajando por mi ser.
Lo contuve y por un segundo sentí alegría y esperanza infinita.
El sueño me trajo de vuelta al recuerdo.
Hoy simplemente me siento agradecido.
Sonrío.
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