sábado, 23 de octubre de 2010

Días de invierno ^*


He querido tapar el sol con un dedo. No resultó.
No fue lo que pensé y ya estoy cansado de intentarlo.
Hoy traté de tapar el sol con un dedo y no resultó.

Casi te pierdo nuevamente y los muros que una vez pensé estaban construidos se fueron derrumbando y los pedazos de sal quebrándose entre mis dedos. El cemento pareció fango y mis pies se hundieron.

Hoy intenté tapar el sol con un dedo nuevamente y no resultó.
Y siento que ya no quiero intentarlo. Es hora de cambiar, de evolucionar.
Es hora de dejar de soñar y de poner los pies en la tierra... de entender que mis defectos afectan al resto, que mis acciones impactan y que esto ya no es un juego.

Ya no tapo el sol con un dedo.
Hoy las palmas de las manos ya no son suficiente.
Hoy apelo al corazón.

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