viernes, 30 de mayo de 2008

the voiCE


You're the voice, try and understand it. Make a noise and make it clear. We're not gonna live in silence... we're not gonna live in fear. This time we know we all can stand together. We have the power to be powerful, believing we can make it better.

(John Farnham)

domingo, 18 de mayo de 2008

Ii GgUESSs


Everytime I try to fly, I fall... Without my wings, I feel so small. I guess I need you, baby. And everytime I see you in my dreams, I see your face... you're haunting me. I guess I need you.

sábado, 17 de mayo de 2008

Coffee Break...



JAMÁS creí QUE serías TÚ la QUE entraría POR esa PUERTA solamente PARA romper MI corazón...

Aprendizaje


La puerta se llevó consigo la palabra. El romance bebió un sorbo y bastó el suspiro para descubrir el engaño.

Tus batallas perdidas fueron mías al instante. Y el fracaso, el único acompañante. Los combates resumieron tus sollozos y entendí de pronto esa mirada perdida.

Ambos lagos sumirgieron el ego de un idiota que vivía en la más pura existencia y certeza de que ser libre de verdad, depende de la oportunidad de equivocarse.

__.

Tales of Mere Existence: "A Typical Conversation with my Mom"


I know mom... but i don't like fish...

viernes, 16 de mayo de 2008

)) Madre ((


El viento, rozando tus mejillas, produjo el dulce perfume del atardecer. Y colmando el todo, floreció en concierto e hizo a la noche perecer.

Un aguacero se llevo la tierra, quedando sólo color, fantasía y emoción. El amor de las semillas tiñó el cielo de celeste y de violeta, y tu dulce voz se convirtió en canción.

Madre, natural y perspicaz, eres luz y espejo de esperanza. El sol acompaña tu camino y las sombras se desviven ante ti. Gracias por la vida, las manos y mi ser.

El alma tuya encarnada en esta piel.
Te quiero.

jueves, 8 de mayo de 2008

[[ gOOd EnOUgh_

Under your spell again... I can't say no to you. Crave my heart and it's bleeding in your hand and I can't say no to you.

Shouldn't have let you torture me so sweetly. Now I can't let go of this dream. I can't breathe but I feel good enough, I feel good enough for you.

Drink up sweet decadence. I can't say no to you... I've completely lost myself and I don't mind. I can't say no to you...

Shouldn't let you conquer me completely. Now I can't let go of this dream. Can't believe that I feel good enough. It's been such a long time coming, but I feel good and I'm still waiting for the rain to fall... Pour real life down on me, ause I can't hold on to anything this good enough. Am I good enough for you to love me too?

So take care what you ask of me, cause I can't say no.

martes, 6 de mayo de 2008

% .capuLLO

Abro los ojos, respiro y todo se siente diferente. El sol brilla.

La piel es color zafiro y ya no deseo pendiente en mi vida.

Despliego una a una las alas y el viento me saluda. Es sonrisa.

Confio al instinto la gala, lanzando mi alma y dudas al mar y a la brisa.

Aliento..


Vuela entre sueños, sueña
y acompaña al tiempo
esperando

Las olas revientan, juegan
y la luz seduce al viento
conversando

Tus ojos descubren el papel
que mantienen a este corazón
siempre cautivo

Tus manos se mezclan en la piel
En eterno respiro de ilusión
y delirio

domingo, 4 de mayo de 2008

TAMBIEN sabe ... )))


“Y es así como debe hacerse...”, pululaba una famosa arquitecta en un programa sobre remodelaciones caseras. Diana se encontraba lavando los platos y cubiertos que había utilizado. Habano -un labrador marrón oscuro- la esperaba frente al televisor, con la mirada perdida en el aparato.

Cerró la llave del agua caliente y puso el último vaso sobre el escurridor. Se habían acumulado varios trastes los últimos días. No había tenido ánimos de lavar nada, pero cuando empezaron a escasear los tenedores se dio cuenta que ya era hora de hacerlo.

Regresó a la sala y apagó el televisor. “Hora de dormir, Habano”. El can la miró desconcertado, como despertando de un trance y la siguió a la habitación moviendo la cola. Pronto, Diana estaba lista para acostarse, cepillaba su cabello frente al espejo del baño, mientras Habano se acomodaba en la alfombra, junto a la cama de su ama.

Presionó el interruptor blanco dejando en oscuridad total el cuarto de baño y cerró su puerta. Se acercó a la cama, dejó el cepillo en su mesa de noche y se metió entre las sábanas. La luna llena brillaba sobre los árboles, mientras que la niebla limeña se abría paso por los alrededores. Diana empezó a perderse en lo profundo de su mente, a olvidar el ahora y simplemente alejarse de todo. La respiración bajó su ritmo al mínimo. Habano, acompañaba el estado letárgico.

01:37am. Un ruido seco regresó a la realidad el subconciente de Diana, que con los ojos entrecerrados, buscó cerca de la cama a Habano, pensando que éste sería el causante. El perro lamió su mano y ella regresó al sueño.

01:52am. El silencio se quebraba nuevamente. El ruido se repetía en el baño y Habano volvía a calmar los ánimos de su ama lamiendo presuroso su mano nerviosa.

02:03am. El sonido de varios vasos reventando contra el piso del baño levantaron a Diana. Los ojos abiertos. Dudando un segundo sobre qué hacer, buscó valor en Habano que nuevamente lamió su mano. Listo. Sabía que no estaba sola.

Se aproximó hacia a la puerta. El silencio reinaba. “Es como sacarse una curita: rápido y sin dolor”, se dijo a sí misma. Tomó la perilla y la giró, la puerta crujió suavemente a medida que se fue abriendo. La oscuridad la cubría.

Sintió un olor extraño y penetrante. Extendió su mano hacia el interruptor de luz y la encendió, sólo para encontrarse con una escena desgarradora: Habano yacía en el piso, entre vidrios... completamente descuartizado. En el espejo, un mensaje con sangre: “EL DIABLO TAMBIÉN SABE LAMER”.

Siempre me quedará...


Bailando contigo caí...
caí en cuenta de todo
el olvido.

Pensando en ello perdí...
perdí la razón, el color
y albedrío.

Me vi extrañando tu cuerpo.
El toque y sabor del que asume
propia tu risa.

Me vi recordando tus besos,
tu dulce y suave perfume
plazmado en la brisa.

iNvIeRnO

Los copos flotaban sin rumbo, llenando el espacio. Sus manos intentaban atraparlos en su vuelo, pero ellos huían con astucia, anticipando cada movimiento, cada delicado zarpaso. Sus brazos y piernas hondeaban con fuerza en un “cielo” blanco, formando la figura de un ángel.

Desde las escaleras del pórtico, su madre la observaba, sonriendo... aguardando.

Luego de cada paso volteaba para admirar las huellas dejadas por sus pequeñas botas rojas. Se sentía una pionera en ese terreno virgen, inmaculado. Era la primera nevada, un día en el que confluían los últimos rezagos de sol con el gélido inicio de invierno.

Una lágrima fue recorriendo el rostro de la mujer, marcando de negro la piel a su paso. Ema no jugaría en la nieve la mañana siguiente. El prolongado letargo había llegado a su fin. No había lugar para dudas. Esa misma tarde, el poderoso somnífero cobraría otra víctima.

La pequeña se dejó caer de espaldas sobre un gran cúmulo de algodón y pensó que así debía ser allá arriba, y que así debía sentirse papá cada vez que las miraba y protegía. Una suave voz interrumpió sus pensamientos: “Ema, cariño. Es la hora de cenar.” La niña se levantó, saludó alegremente a su madre con la mano y corrió hacia ella.

Ese día no había lugar para dudas y no las hubo. No hubo vuelta atrás.